En esta “nueva historia natural” La vida sexual de los animales presenta una historia sin censura de los pájaros y las abejas, que lleva la sexualidad animal más allá de los confines de la reproducción y el apareamiento, hacia discusiones sobre orientación y cognición. Investigaciones emergentes en el estudio del comportamiento animal revelan que los animales participan en una asombrosa variedad de comportamientos sexuales, admitiendo que el sexo es más que un impulso biológico para reproducirse. Sorprendentemente, existen todas las asociaciones sexuales y actos sexuales imaginables, desde los juegos previos hasta los abrazos poscoitales: los animales se besan, se abrazan, se autoestimulan y se estimulan mutuamente, sexo oral y todo tipo de penetración con penetración imaginable. El sexo en el reino animal tiene tantos matices como en el reino humano; y el sexo por placer, al parecer, no se limita sólo a Homo sapiens. . El Museo invita a los visitantes a explorar la parte más íntima del ciclo de vida natural, donde a menudo se dice que somos más parecidos a los animales, y aplicar estos conceptos a cuestiones más amplias relacionadas con la sexualidad en general.

La vida sexual de los animales exhibe esculturas de animales de tamaño natural creadas por Rune Olsen por encargo del Museo del Sexo. Compuestas de los “materiales sociales” del periódico y la cinta, las esculturas exploran el mundo físico con la inmediatez y expresividad del dibujo a mano. Curiosamente, todos los animales de Olsen incorporan ojos de vidrio humanos anatómicamente incorrectos, que yuxtaponen aún más los instintos e impulsos compartidos de humanos y animales.