Comics Stripped examina la historia y el significado cultural de los ilustradores, íconos e imágenes que han entretenido y educado (así como también desinformado) sobre los conceptos básicos del sexo. Desde los coquetos hasta los más explícitos "dibujos sucios", la exhibición presenta el máximo homenaje a la fantasía sexual desinhibida por las limitaciones de la realidad.

Desde la simple excitación hasta las representaciones más intensas, los cómics tienen una larga historia de incorporar humor, escándalo, fantasía y diversión con el sexo. Utilizado originalmente como una forma de diversión y sátira destinada a los adultos, la percepción social de los cómics como un entretenimiento saludable dirigido a los niños ha hecho que la inclusión de contenido sexual sea particularmente discordante.

En los últimos años, los cómics como medio se han convertido en una forma de arte potente, dinámica y, a veces, subversiva, digna de investigación académica. Los cómics enfocados en temas eróticos no son una excepción y tienden a caer en dos narrativas populares: uno usa íconos familiares, a veces convencionales, en situaciones sexuales "comprometidas", mientras que el otro construye encuentros sexuales, actos y personajes que no pueden existir en la realidad y son limitada únicamente por la imaginación del ilustrador. Para algunos, incluso la creación de historietas eróticas es una experiencia sexualmente cargada, particularmente si la fantasía sexual es de alguna manera inaccesible en la realidad. Como dijo Tom de Finlandia: "Si no tengo una erección cuando estoy haciendo un dibujo, sé que no es bueno". Ya sean producidos en masa o creados como obras de arte individuales, los cómics eróticos son un reflejo de la sociedad y de la fantasía sexual descarada, donde existe cada acto sexual realizado o imaginado.